¿Cómo soñás que debe coronarse este proceso olímpico en
Tokio para Las Panteras luego de la clasificación de Bogotá?
Yo creo que debe coronarse de la mejor forma posible.
Sabemos que nos tocó un grupo muy difícil. Nosotras vamos a entrenar de la
mejor forma para estar a la altura y poder competir, y obviamente que también
va a haber mucha competencia interna porque son solamente doce lugares para
viajar y todas vamos a querer ir, así que vamos a dejar todo, primero para
quedar y después las que viajen para estar a la altura.
¿Qué ventajas está dando el vóley nacional al estar luchando
aún por la profesionalización? ¿Esa lucha puede emparentarse en algo a la del
fútbol?
El vóley da muchas ventajas al no estar profesionalizado,
porque justamente son muchos los detalles que suman en eso para que no se pueda
competir de la mejor forma posible. Creo que el desarrollo de la disciplina
arranca desde las bases y si el vóley estuviese profesionalizado se podría
competir de una mejor forma, porque las jugadoras podríamos desarrollarnos
desde chicas y no pensando en que tenemos que estudiar, que trabajar a la vez
para poder subsistir y no podemos enfocarnos completamente en la disciplina
porque no podemos vivir de esto y básicamente habría que copiar el ejemplo del
fútbol que pudo profesionalizarse, aunque sabemos también que siguen en
condiciones muy precarias y la situación tiene que mejorar un montón.
¿En 2012 tu golpe preferido era la paralela… hoy que es lo
que más disfrutas en la cancha, en los partidos y entrenamientos?
No sé si era mi golpe preferido, pero era el que más natural
me salía. Creo que lo sigue siendo y los que me conocen saben que lo que más
hago es el “manos y afuera”, pero yo disfruto en general, cualquier punto de la
forma que sea. Me estuve entrenando con mis otras pelotas para justamente no
tener un solo golpe y creo que por suerte lo hago mejor y ojalá que siga
mejorando.
¿La resiliencia y el hambre de triunfo no se entrenan, pero
pueden transmitirse y alimentarse, cuál es tu motor para seguir en el más alto
nivel?
No es que se entrena, pero la cabeza si se entrena también.
Obviamente que cada jugador tiene distintas personalidades, y eso lo hace
superar distintas adversidades o motivarse de distintas formas, y justamente
esas dos palabras son muy importantes y son la clave, entre otras cosas obvio, para
poder mantenerse ahí arriba, para poder ganar, para poder seguir compitiendo
siempre de la mejor forma a pesar del paso del tiempo. A mí me motiva seguir
ganando, como conozco lo que es, sé lo que se siente ganar, entonces cada día
me entreno de la mejor forma para poder repetir todo eso.
¿Un sueño para 2020?
Tengo muchos sueños. En primer lugar poder repetir el
campeonato de la Liga con Boca, es muy importante para el grupo y para mi también,
y después poder luchar por un lugar para estar en Tokio y poder quedar entre
las doce, ir a cumplir sueños sería también muy importante, pero bueno, paso a
paso, primero mi mente está en Boca y después lo estará en la Selección.
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