Ufff... ya pasó el susto. Aquí estoy nuevamente. Sin dolor gracias a Dios, aunque cabe mencionar que todavía no volví a hacer ninguna actividad deportiva. Me restan algunas sesiones kinesiológicas y a empezar de -10 para no forzar nada. No obstante, cabe reconocer que el miedo que tuve durante los minutos previos sólo los pude mitigar pensando que estaba en el lanchón que nos lleva río arriba en el Paraná para largar el tria de La Paz. Esa era la sensación más equiparable. Saber que después de eso uno estaba en un estado mejor y que todo el cagazón previo valía la pena. Ahora creo que solamente queda disfrutar, bajando un cambio y no buscando la elite, pero disfrutar al fin y al cabo.
