Después de dos estímulos grandes en la semana y con la mira ya fijada en los 21, no quise pasarme de la raya y descansé dos dias. En algún punto me siento medio culpable por ver las zapatillas desatadas y el sol asomando, pero no quiero exagerar. Siempre fui un convencido de que el descanso forma parte del entrenamiento, pero cuando uno está tan entusiasmado, y con tanta pila, cuesta meter la pausa. Aquí les detallo un pequeño consuelo o sustento para paliar la culpa y/o la ansiedad que genera la espera hasta tener las zapas puestas otra vez.
«El descanso también es entrenamiento. Si no se descansa un mínimo de horas el trabajo realizado no se asimila e incluso crea una mayor tensión muscular y articular, lo que significar dolor y, en el peor de los casos, lesión.
Por ello no siempre mas entrenamiento implica un mayor rendimiento.
Todos los corredores que tienen trabajos que significan un gran desgaste físico, deben ser consientes de ello y tienen que procurar descansar lo máximo posible. Además de no sobrecargarse con demasiados kilómetros, deberían intercalar entrenamientos fuertes con suaves.
Es obligado el descanso antes de las competiciones. Si es un maratón, en la semana previa debe ser casi total, y en la anterior a esta debe bajar él numero de kilómetros de forma importante. Es el mejor modo de asimilar todo el trabajo hecho hasta ese momento. Lo que se haga en las ultimas semanas ya no sirve de mucho de cara al maratón, si acaso para restar. Todo lo que no se haya hecho hasta ese momento ya no se puede realizar.»
http://www.luismigueles.com.ar/info/paralelo.htm